En off : cine y narrativa en Venezuela

Por: Tipo de material: TextoTextoIdioma: Español Detalles de publicación: Caracas, Venezuela Universidad de Los Andes 1981Descripción: 98 ilusTema(s): Resumen: Reflexión crítica que establece comparación entre el cine y la narrativa a través de películas venezolanas de corto y largo metrajes. No se indican fuentes. En la primera parte, contiene algunas notas sobre largometrajes de ficción a través de las cuales pretende articular y reiterar un puñado de intuiciones respecto a varios films. En la segunda parte, hace referencia a un conjunto de cortos y mediometrajes de ficción. Compara al cine y la narrativa e indica que si el cine no es exclusivamente -y acaso ni siquiera esencialmente- un arte narrativo, el realizado en el país sí sigue siéndolo sobre todo. Su fuente argumental es con mucha frecuencia literaria. Expresa que lo narrativo es quizás el problema central del cine venezolano. Define la narrativa como la capacidad de estructurar un material temático-anecdótico con un argumento que se expanda en una trama llevada hasta un final más o menos coherente, de proponer y desarrollar una aventura verosímil de cualquier tipo y nivel. Concluye que dentro del mismo cine hay mucho que discutir aún,considerándolo como un conjunto dotado o necesitado de múltiples niveles, con lo que hay cabida para la comedia fantasiosa, para el registro sociológico y para el humor crítico, corriente esta última la más frecuentada y la que ha dado globalmente mejores resultados. Marcando, además, un contraste ostensible con la narrativa venezolana, mayoritariamente seria y solemne. Propone tematizar superficialmente zonas problemáticas y narrativamente inéditas de la realidad venezolana utilizándolas apenas como fondos para los caprichosos devaneos de personajes excepcionales -pero poco o nada interesantes, desrealizar confilctos en aras del fantaseo- no de la fantasía; simular un reflejo de lo cotidiano y la popular que tiende y cae en la distorsión , son algunos de los problemas graves que el cine venezolano tiene que resolver, al margen de su dependencia literaria. Finalmente, hace referencia al auge reciente del cortometraje de ficción, cuya ocupación principal ha sido y sigue siendo aún, el cine documental. El corto recurre a fuentes literarias con menor frecuencia que el largo, aunque no se pueda privilegiar automáticamente, el resulatado de los guiones originales sobre las adaptaciones. El cortometraje muestra también una variedad de niveles complementarios que van desde la denuncia hasta la fantasía paródica. Un abanico que atiende al individuo y a la sociedad, lo psicológico y lo sociológico, pero también al contexto urbano y al rural.
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Reflexión crítica que establece comparación entre el cine y la narrativa a través de películas venezolanas de corto y largo metrajes. No se indican fuentes. En la primera parte, contiene algunas notas sobre largometrajes de ficción a través de las cuales pretende articular y reiterar un puñado de intuiciones respecto a varios films. En la segunda parte, hace referencia a un conjunto de cortos y mediometrajes de ficción. Compara al cine y la narrativa e indica que si el cine no es exclusivamente -y acaso ni siquiera esencialmente- un arte narrativo, el realizado en el país sí sigue siéndolo sobre todo. Su fuente argumental es con mucha frecuencia literaria. Expresa que lo narrativo es quizás el problema central del cine venezolano. Define la narrativa como la capacidad de estructurar un material temático-anecdótico con un argumento que se expanda en una trama llevada hasta un final más o menos coherente, de proponer y desarrollar una aventura verosímil de cualquier tipo y nivel. Concluye que dentro del mismo cine hay mucho que discutir aún,considerándolo como un conjunto dotado o necesitado de múltiples niveles, con lo que hay cabida para la comedia fantasiosa, para el registro sociológico y para el humor crítico, corriente esta última la más frecuentada y la que ha dado globalmente mejores resultados. Marcando, además, un contraste ostensible con la narrativa venezolana, mayoritariamente seria y solemne. Propone tematizar superficialmente zonas problemáticas y narrativamente inéditas de la realidad venezolana utilizándolas apenas como fondos para los caprichosos devaneos de personajes excepcionales -pero poco o nada interesantes, desrealizar confilctos en aras del fantaseo- no de la fantasía; simular un reflejo de lo cotidiano y la popular que tiende y cae en la distorsión , son algunos de los problemas graves que el cine venezolano tiene que resolver, al margen de su dependencia literaria. Finalmente, hace referencia al auge reciente del cortometraje de ficción, cuya ocupación principal ha sido y sigue siendo aún, el cine documental. El corto recurre a fuentes literarias con menor frecuencia que el largo, aunque no se pueda privilegiar automáticamente, el resulatado de los guiones originales sobre las adaptaciones. El cortometraje muestra también una variedad de niveles complementarios que van desde la denuncia hasta la fantasía paródica. Un abanico que atiende al individuo y a la sociedad, lo psicológico y lo sociológico, pero también al contexto urbano y al rural.

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