000 01934aam a2200217 u 4500
001 GUMILLA - MFN: 1794
007 ta
008 t19911991 |||||||||||||||||spa||
040 _aCentro Gumilla
_cCentro Gumilla
041 _aspa
099 _a740.6
_bDIA
_c
_d
100 _aDíaz Punceles, Oscar
245 _aEl lenguaje de la imaginación
260 _aCaracas, Venezuela
_bFundación Carlos Eduardo Frías
_c1991
300 _a48 p.
520 _aDocumento teórico basado en libros, con una parte teórico-práctica. La crítica literaria siempre debe proponer un lenguaje, pues cada obra es diferente. La literatura es producto de la capacidad imaginante del escritor. Este crea realidades a través del lenguaje. Crear no es imaginar: Si la visión del mundo del autor parte de una idea, crea; si parte de un hecho, imagina. La obra literaria posee una realidad autónoma; incluso la fantasía es realidad. Esta existencia ofrece al lector la alternativa entre si lo narrado es verídico o si es ficción. Las posibilidades son las siguientes: Lo no sucedido sucedible y lo sucedible sucedido, que se caracterizan por el principio de contingencia. Y lo no sucedible sucedido, que no es contigente sino que suscita en el lector la ilusión de realidad, es decir la fantasía. La complicidad de creer es un factor que debe existir entre lector, texto y autor. El Realismo Mágico es un término arbitrario, porque la magia es ajena a la naturaleza de la literatura y porque a los lectores se les da fantasía y no magia. Por ello, es preferible la categoría Realismo Fantástico. La diferencia fundamental entre el cuento y la novela es la extensión. La novela también posee mayor cantidad de hechos, con sus respectivas circunstancias. Ambos pueden ofrecer las mismas estructuras, pero la novela tiene mayor liberta
650 _aComunicación
650 _aFilosofía
650 _aLiteratura
942 _cFolleto
999 _c43080
_d43080